El Bolonia vapuleó este martes al Empoli, que juega las primeras semifinales de su historia, con una victoria sin paliativos (0-3) con la que dejó prácticamente sentenciada su presencia en la final de la Copa Italia salvo sorpresa mayúscula en el partido de vuelta.
El Bolonia, uno de los equipos más en forma de Italia, candidato a acabar entre los cuatro primeros en la Serie A para jugar la próxima Liga de Campeones, ejerció su papel de favorito con claridad para despertar de un sueño imposible al Empoli, equipo en descenso que fantaseó con la gesta en el campeonato copero, algo que le hubiera permitido disputar la próxima Liga Europa incluso si consumaba finalmente su descenso a la Serie B.
Lo cierto es que el Empoli, como ya avisó su técnico, el italiano Roberto D’Aversa, quiso dar prioridad al campeonato liguero pese a la ilusión de la afición. La salvación es más importante que la Copa y su once, aunque condicionado por algunas lesiones, con varios jóvenes y jugadores menos habituales, dio buena cuenta de ello.
Apenas media hora tardó el Bolonia en sentenciar el duelo. El italiano Riccardo Orsolini y el neerlandés Thijs Dallinga, que marcó también el tercero en el minuto 51, acabaron con la ilusión del equipo toscano, muy lejos de poder competir ante un Bolonia tan potente, ganador en 16 de los últimos 17 duelos.
El próximo 24 de abril el Bolonia tendrá que certificar en casa su pase a la final de Copa Italia que se disputará en el Estadio Olímpico de Roma, en el que podría pelear por un trofeo que no levanta desde el 1974, hace ya 55 años.
Los del italiano Vincenzo Italiano, técnico que está mejorando la temporada pasada del ítalo-brasileño Thiago Motta, en la que el Bolonia volvió a ‘Champions’ tras 60 años de ausencia, se enfrentarían en la final al Inter o al Milan, que se miden este miércoles en el duelo de ida.
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