Sao Paulo, 18 abr (EFE).- Sao Paulo sufrió este martes bajo el diluvio, pero consiguió doblegar por 2-0 a Puerto Cabello, actual líder de la Liga venezolana, con dos fogonazos en el tramo final que le mantienen tras dos jornadas en la cima del Grupo D de la Copa Sudamericana.
El conjunto brasileño solventó su falta de creatividad gracias al acierto de Marcos Paulo en el minuto 86 y de Michel Aráujo en el 88, que desatascaron un encuentro espeso marcado la intensa lluvia que arreció sobre el estadio Morumbí.
El equipo de Rogério Ceni, muy cuestionado tras un decepcionante arranque de temporada, suma seis de seis puntos posibles y se mantiene líder, con tres de ventaja sobre Deportes Tolima colombiano, que aún tiene que jugar contra Atlético Tigre argentino.
Puerto Cabello se queda con cero puntos en el fondo del grupo y cada vez con menos opciones de avanzar de fase.
Ningún equipo salió conectado al Morumbí. El aguacero transformó el partido en un escurridizo correcalles. Los errores se multiplicaron, aunque el Tricolor paulista siempre llevó la voz cantante.
El problema de los locales eran las enormes dificultades que tenían para crear jugadas de peligro.
Luciano fue el más activo. A punto estuvo de marcar un gol de espuela en los primeros compases del duelo.
De Puerto Cabello, muy poco. Peraza se sumó alguna vez al ataque desde el lateral, aunque la mejor ocasión la tuvieron Lugo y Luifer Hernández, que se quedó en nada por fuera de juego. Por si las dudas, Rafael desbarató ambas tentativas.
Cuando el árbitro pitó el descanso, la afición del Morumbí despidió a los suyos con una sonora pitada.
A Ceni tampoco le gustó lo que vio y metió a Jonathan Calleri, que está volviendo de pasar durante un mes en el dique seco por una delicada lesión en los ligamentos del tobillo.
El ariete argentino despertó al conjunto paulista por medio de dos cabezazos peligrosos. Uno de ellos obligó al portero Luis Romero, el mejor de Puerto Cabello, a estirarse al extremo.
Con el paso de los minutos, La Academia se fue desinflando y el campo, encharcando de tanta agua. En esas, Lucas Beraldo estrelló el balón en el larguero al rematar de primeras un servicio de Wellington Rato.
Pero fue Marcos Paulo el que rompió la muralla, tras rematar una dejada sutil de Calleri. Alegría en las gradas del Morumbí, que respiró aliviado dos minutos después con el tanto de Michel Araújo.
El centrocampista definió sin oposición un buen pase al espacio de Nestor.
Tres puntos sufridos para calmar las iras del Morumbí.
En la Copa Sudamericana solo el primero de cada grupo clasifica directo a los octavos. El segundo colocado tendrá que jugar una eliminatoria previa ante alguno de los terceros de la fase de grupos de la Libertadores.