Buenos Aires, 11 jul (EFE).- El Patronato argentino saldrá este miércoles a la cancha con la necesidad de buscar un resultado satisfactorio ante un incómodo rival, Botafogo, para reengancharse a la Copa Sudamericana y olvidar así su mal paso por la Libertadores.
El campeón de la Copa Argentina 2022 accedió a los ‘playoff’ para entrar en octavos de la Sudamericana luego de rasguñar un tercer puesto en la fase de grupos del ‘torneo grande’ y ahora se encuentra ante la difícil tarea de generar un resultado estable que le permita llegar con cintura al duelo de la vuelta, el próximo 19 de julio.
El ‘Patrón’ viene de perder su último partido, ante el Alvarado (2-0), en la Primera B (segunda división del fútbol argentino), en la que se ubica en duodécima posición y está lejos del objetivo de regresar al máximo nivel de la competición.
El equipo de Rodolfo de Paoli contará, casi con absoluta seguridad, por última vez con el volante Juan Cruz Esquivel, jugador a préstamo del Talleres de Córdoba -segundo clasificado en la actual Liga- y que tiene ofertas de compra del exterior, entre ellos del Peñarol uruguayo y del Sporting Cristal peruano.
En un encuentro calificado de «histórico» por la entidad, un fuerte operativo de seguridad se desplegará en los alrededores del estadio, que abrirá sus puertas tres horas antes, especialmente ante la más que previsible llegada de hinchas visitantes.
Su rival para alcanzar el sueño de clasificar a octavos de la Sudamericana, el Botafogo, es líder del Campeonato Brasileño, con 10 puntos de ventaja sobre sus escoltas, el Flamengo y el Gremio.
El conjunto comandado por el portugués Bruno Lage, ex del Benfica y de varios equipos de la Premier League, cuenta en su plantilla con los argentinos Víctor Cuesta y Leonel Di Plácido.
En su novena participación en la Copa Sudamericana, después de las de 2006, 2007, 2008, 2009, 2011, 2012, 2018, 2019, el equipo brasileño aspira a superar los cuartos de final, instancia que logró en dos ocasiones.
El encuentro de ida será este miércoles a las 19.00 horas (22.00 GMT) en el estadio Bartolomé Grella de la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos (noreste), con una capacidad para 22.000 espectadores.
El choque contará con el arbitraje del boliviano Gery Vargas, auxiliado por sus compatriotas José Antelo, Edwar Saavedra e Ivo Méndez, mientras que el uruguayo Andrés Cunha estará al frente del VAR.
