El Barcelona ganó al Real Madrid el cuarto clásico de la temporada -cinco si se añade el amistoso veraniego en Estados Unidos- en un encuentro vibrante, por 4-3, y deja sentenciada la lucha por el título de LaLiga EA Sports, con siete puntos de ventaja con tres partidos por disputarse.
El conjunto de Hansi Flick se dio una nueva alegría después de sufrir la decepción de su eliminación en la semifinal de la Liga de Campeones en Milán ante el Inter y saborea ya su vigésimo octavo título liguero y tercero de esta temporada después de ganar, también al conjunto del italiano Carlo Ancelotti, la Supercopa de España y la Copa del Rey.
Y lo logró después de remontar, como esta campaña ya tantas veces, una desventaja de dos goles, los que consiguió el francés Kylian Mbappe en el primer cuarto de hora, de penalti a los cinco minutos, y a pase de Vinicius Junior en el 14.
El Real Madrid, que necesitaba la victoria para mantener opciones de revalidar la corona liguera, se encontraba rápidamente con un 0-2 que alimentaba su sueño en Montjuic, pero los importantes errores de su defensa de circunstancias los aprovechó el Barcelona para remontar sin aparente oposición con goles de Eric García (m.19), Lamine Yamal (m.32) y del brasileño Raphinha (m.34 y 45).
La segunda mitad fue una bella locura, con ocasiones clamorosas del Barcelona para ampliar su ventaja, recorte de Mbappe para completar su triplete particular a los 70 minutos y oportunidades claras del Real Madrid al final por medio del canterano Víctor Muñoz y del propio atacante francés para forzar, al menos, el empate.
El encuentro lo cerró Fermín López el día de su vigésimo segundo cumpleaños con un nuevo gol para el Barcelona, pero la diana fue anulada por el colegiado, lo que no empañó la algarabía del cuadro y afición azulgranas, que ya tienen muy a mano el título, y la tristeza de un Real Madrid que, como en la final de la Copa, tuvo sus opciones de sacar otro resultado aún siendo consciente de sus errores y deficiencias que lleva arrastrando toda la campaña y para el que la única noticia en cierto modo positiva es que Mbappe se situó en cabeza de la clasificación de goleadores al superar al polaco Robert Lewandowski, que no llegó a jugar en este clásico.
El miércoles podría cantar el Barcelona el alirón si el Real Madrid no gana al Mallorca en el Santiago Bernabéu o el jueves si gana el cuadro de Flick en el derbi ante el Espanyol en el RCDE Stadium.
El Athletic, aún dolorido por quedarse fuera de la final de la Liga Europa que se disputará en su estadio de San Mamés al caer ante el Manchester United, se alivió también en parte con una ajustada y afortunada victoria ante el Alavés del argentino Eduardo ‘Chacho’ Coudet (1-0), cuya situación es bastante delicada con el peligro muy cerca.
Un despeje desafortunado de Manu Sánchez hacia su portería en el minuto 71 decantó el duelo vasco que permite al equipo de Ernesto Valverde dar un paso decisivo para clasificarse para la próxima edición de la Liga de Campeones, ya que ahora su ventaja sobre el sexto, el Betis, es de seis puntos tras pinchar ante Osasuna (1-1).
El cuadro de Manuel Pellegrini, en su caso reforzado y crecido por su acceso a la final de la Liga Conferencia, vio frenada su magnífica marcha por un rival que nunca se rindió y que confirmó que nada le detiene en su empeño de ser candidato a Europa.
Y es que el partido se le ponía de cara el Betis en el primer tramo del segundo periodo, una vez que el técnico chileno dio entrada tras el descanso a Isco Alarcón y el brasileño Antony, sus dos jugadores más desequilibrantes y que atraviesan un momento de forma pletórico.
Un centro de Isco habilitó al colombiano ‘Cucho’ Hernández, quien inauguró la cuenta con un preciso testarazo (m.64), pero este golpe lo supieron administrar los pupilos de Vicente Moreno, que poco a poco se rehicieron y no solo empataron por medio de su artillero, el croata Ante Budimir (m.75), sino que además hasta tuvo aproximaciones suficientemente peligrosas como para haber obtenido un mejor botín ante un Betis que pagó el desgaste del encuentro en Florencia con prórroga incluida.
La derrota del Alavés en San Mamés alimenta el sueño de permanencia del Leganés, que se ha ganado el derecho a pelear hasta el final por la salvación al imponerse al Espanyol por 3-2, que solo pudo reaccionar muy al final, pero no le dio para sacar el resultado que necesitaba para certificar su continuidad en la elite.
El conjunto madrileño, superior al barcelonés, sentenció la victoria con los tantos del guineano Seydouba Cissé (m.33) y del marfileño Yan Diomande (m.41) en la primera mitad y con un autogol del ítalo-albanés Marash Kumbulla tras el descanso (m.63).
Pero no pudo respirar tranquilo hasta el pitido final por la acometida postrera del cuadro de Manolo González, que ajustó el marcador con las dianas del uruguayo Leandro Cabrera (m.79) y de Pere Milla (m.98). Para su fortuna el segundo tanto llegó ya demasiado tarde y el Leganés tiene la vida ahora a solo un punto, en tanto que el equipo perico dispone de un margen de cinco.
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