Madrid, 24 abr (EFE).- Barcelona y Real Madrid escribirán este sábado en el estadio sevillano de La Cartuja el octavo capítulo del libro de enfrentamientos en finales de la Copa del Rey, que comenzó allá por 1936, justo antes de la Guerra Civil, y que tiene su antecedente más próximo en 2014, en ambas ocasiones en Mestalla.
Capítulo 1 – Glorioso adiós del mito Ricardo Zamora, ‘el divino’
(21 de junio de 1936, Mestalla, Valencia)
La primera vez que se enfrentaron Barcelona y Real Madrid en una final fue en la Copa del Presidente de la República, con el estadio valenciano de Mestalla como escenario, menos de un mes antes del inicio de la Guerra Civil.
El entonces denominado Madrid FC, comandado desde el banquillo por Paco Bru y liderado por uno de los guardametas más reputados de la historia del fútbol español, Ricardo Zamora, conocido como ‘el Divino’, se apuntó su séptimo título copero al imponerse por 2-1.
Los tres tantos llegaron en la primera mitad. Abrió la cuenta Eugenio Hilario, empató Josep Escolá y volvió a adelantar al conjunto blanco Simón Lecue, que llegó al club madrileño en 1935 tras ganar la Liga con el Betis.
Pero el gran protagonista del encuentro fue Zamora. El Madrid resistió todo el segundo periodo el asedio del Barcelona, incluso con un jugdor menos por lesión de José Ramón Sauto. El guardameta, que había vestido la zamarra azulgrana, engrandeció su figura con una parada junto al palo a tiro de Escolá a poco del final que evitó el empate. Su estirada dejó una imagen mítica para el madridismo y el fútbol español.
Zamora fue llevado a hombros al palco por los enfervorizados seguidores del Madrid para levantar la Copa. Era su último partido en el fútbol nacional. Días después anunció su retirada, aunque definitivamente acabó su carrera en activo en el Niza francés.
Capítulo 2 – Un autogol de Zunzunegui decide ‘la final de las botellas’
(11 de julio de 1968, Santiago Bernabéu, Madrid)
El segundo enfrentamiento se conoce como ‘la final de las botellas’ debido al lanzamiento de objetos al terreno de juego por parte de la afición madridista en protesta por la actuación del colegiado balear Antonio Rigo, cuya labor ya había sido protestada por el Atlético de Madrd en la semifinal ante el conjunto azulgrana.
Un autogol de Fernando Zunzunegui en el tramo inicial del partido selló el decimoséptimo título copero del Barcelona ante 100.000 espectadores. El jugador madridista reconoció que, tras su desgraciada acción, en la que su despeje acabó en su propia portería, reconoció que estuvo dos meses «durmiendo fatal y pasándolo muy mal».
El lanzamiento de objetos obligó en determinados momentos a detener el choque y hasta se repitió en la entrega del trofeo. A partir de entones se prohibió introducir botellas en los campos de fútbol.
Capítulo 3 – El Real Madrid se toma la revancha del 0-5 con un 4-0
(29 de junio de 1974, Vicente Calderón, Madrid)
La final de 1974 llega marcada por el 0-5 que le endosó el Barcelona al Real Madrid en partido de Liga disputado tan solo cuatro meses antes (17 de febrero) en una noche gloriosa de Johan Cruyff.
La final, jugada en el estadio Vicente Calderón, la disputaron jugadores españoles ante la prohibición de jugadores foráneos en el torneo copero. El Real Madrid ‘perdió’ a su figura, el alemán Günter Netzer y al argentino Oscar ‘Pinino’ Mas y el Barcelona a Cruyff y al peruano Hugo ‘Cholo’ Sotil.
El cuadro que dirigía Rinus Michels acusó mucho más la ausencia de Cruyff, que fue absolutamente decisiva y fue aprovechada por el equipo de Luis Molowny, que sacó a relucir su orgullo, se tomó la revancha a lo grande sin que los hombres de Rinus Michels pudieran evitarlo. Carlos Santillana, Benito Rubiñán, Ico Aguilar y José Martínez ‘Pirri’ sellaron la goleada.
Capítulo 4 – El vuelo del ‘Pichón’ y los cortes de manga de Schuster
(4 de junio de 1983, La Romareda, Zaragoza)
Nueve años después a su anterior duelo en una final copera, se volvieron a encontrar en el partido decisivo en La Romareda, donde se impuso el Barcelona del argentino César Luis Menotti (2-1), que contaba en sus filas con Bernd Schuster y Diego Maradona al Real Madrid de Alfredo di Stéfano, que zanjó esa temporada con cinco subcampeonatos.
Con Schuster al mando de las operaciones y Maradona frenado con brusquedades el Barcelona rubricaba su superioridad con un gol de Víctor Muñoz poco después de la media hora, aunque al inicio del segundo tiempo un error de Gerardo Miranda lo aprovechó Carlos Alonso Santillana para empatar el encuentro.
Se llegó a un final igualado en el que decidió sobre la campana el ‘vuelo del Pichón’, como así se conocía a Marcos Alonso, hijo de una leyenda madridista como Marquitos, un cabezazo espectacular con el que culminó una gran acción por la izquierda de Julio Alberto.
La otra imagen de la final la protagonizó Schuster, que luego se convertiría en jugador madridista. El alemán lo celebró con dos cortes de mangas a la carrera en un gesto también para el recuerdo.
Capítulo 5 – El ‘Dream Team’ irrumpe ante el Madrid de la ‘Quinta del Buitre’
(5 de abril de 1990, Luis Casanova, Valencia)
El Barcelona, ahora con Johan Cruyff en el banquillo, vuelve a impedir que el Real Madrid revalide el título copero y de paso se sitúa a una corona del Athletic, todavía ‘rey de copas’. Pero además supone un golpe de timón de los azulgranas.
Dominaba en el fútbol español aquel conjunto de la ‘Quinta del Buitre’ con un gran equipo con los Butragueño, Míchel Sanchís, Martín Vázquez, Pardeza, Gordillo, Hugo Sánchez, Hierro… que enfilaba su quinta liga seguida y el técnico neerlandés le daba forma a lo que se conocería más tarde como ‘Dream Team’ con los Koeman, Laudrup, Bakero, Begiristain, Zubizarreta, Amor, Eusebio, entre otros.
Y con el triunfo en el Luis Casanova fue donde realmente este Barcelona para el recuerdo comenzó a creer en que podían ser un equipo ganador y en que podía haber un cambio de guión, como quedó demostrado.
El cuadro que dirigía Johan Cruyff se impuso por 2-0 al del galés John Benjamin Toshack con una diana en cada periodo de Guillermo Amor y Julio Salinas.
Capítulo 6 – El testarazo de Cristiano Ronaldo al cielo de Valencia
(20 de abril de 2011, Mestalla, Valencia)
La gran final de 2011 hay que circunscribirla en pleno empacho de clásicos convertidos casi en una guerra civil, en una lucha sin cuartel entre ambos equipos en un ambiente infernal, incrementado por el duelo en los banquillos entre Pep Guardiola y Jose Mourinho.
El Barça era uno de los mejores equipos de todos los tiempos y el Madrid de Mourinho trataba de rebelarse por todos los medios a esa superioridad. De hecho el cuadro blanco llevaba seis clásicos sin conseguir vencer a su eterno rival.
Fue una final más que intensa. Frenar como fuera a Leo Messi y compañía no era poca cosa para el equipo de Mourinho, que vivió el primer gran momento de Cristiano Ronaldo como jugador del Real Madrid cuando, en la prórroga, tras un ejercicio de resistencia, se elevó al cielo de Valencia y, con un prodigioso testarazo, elevó el 1-0 definitivo y le dio el primer título de Copa a Florentino Pérez.
Capítulo 7 – La galopada de Gareth Bale
(15 de abril de 2014, Mestalla, Valencia)
La última vez que Real Madrid y Barcelona se midieron en una final de Copa será recordada por la galopada de Gareth Bale por la banda del estadio de Mestalla para desembarazarse de la oposición del ahora bético Marc Bartra y conseguir el 2-1 definitivo.
Corría el minuto 85, el marcador reflejaba empate a uno después de que el argentino Ángel di María adelantara al conjunto del italiano Carlo Ancelotti muy pronto (m.11) y el propio Bartra igualara (m.68) cuando el galés recibió de Fabio Coentrao en el centro del campo junto a la línea de banda.
El defensa barcelonista salió a cortar, pero Bale se dio un autopase, evitó a Bartra saliendo incluso del campo, le ganó en velocidad, se internó en el área y batió por bajo, casi sin ángulo, a José Manuel Pinto.
Un gol que quedó en la memoria del torneo y de la historia del Real Madrid, como el que lograría en la final de la Liga de Campeones ante el Liverpool de chilena el, para muchos, un auténtico especialista en finales como fue el controvertido galés.
Su escapada espectacular al esprint definió la final, frustró al cuadro que dirigía el argentino ‘Tata’ Martino, y le incluyó en los libros de historia. Fue el último gran momento de los clásicos en las finales de Copa que este sábado se reeditarán en La Cartuja.