Derrotado por el Niza (1-3) antes de enfrentarse al Arsenal en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones, el Estrasburgo repitió la jugada y se apuntó una victoria frente al PSG (2-1) a pocos días del choque de vuelta que afrontará el equipo de Luis Enrique Martínez ante el conjunto inglés.
Totalmente enfocado en el duelo más importante de la temporada que vale toda una final de la máxima competición continental, el entrenador del PSG no arriesgó con ninguno de sus jugadores clave y apostó por un once con un sólo nombre de los que ganaron 0-1 en Londres: Joao Neves.
El resto de futbolistas que dirigieron al conjunto parisino hacia media final de la Liga de Campeones, descansaron. Alguno en París, otros en el banquillo. Sólo Dembélé, lesionado por culpa de una distensión en el tendón de la corva de su muslo derecho, fue baja obligada.
Nombres como Donnarumma, Hakimi, Marquinhos o Mendes, ni entraron en la convocatoria. Vitinha, Pacho, Doué, Fabián y Kvaratskelia, esperaron su turno en el banquillo por si las cosas se ponían muy feas frente a un equipo que tenía mucho en juego.
El Estrasburgo, no estaba para bromas ni concesiones. Sacó todo lo mejor que tenía en su plantilla por una simple razón: necesitaba provocar la segunda derrota del curso al PSG para mantenerse en la pelea por una de las tres plazas en juego para disputar la próxima edición de la Liga de Campeones.
Con el título ya en el bolsillo hace algunas jornadas el PSG saltó al terreno de juego del Stade de la Meinau con el único estímulo para sus jugadores menos habituales de reivindicarse ante Luis Enrique y entrar en el once más importante de la temporada que intente cerrar la eliminación del Arsenal.
Pero ese estímulo, por lo menos en la primera parte, no superó a las ganas del Estrasburgo, que no tardó en encontrar el premio a su insistencia con un tanto en propia meta a los veinte minutos de Lucas Hernández.
Sólo Lee Kang-In y Mbaye probaron sin éxito a Petrovic y los hombres de Luis Enrique parecieron conformarse con el 1-0 para cambiar el marcador después del descanso. Sin embargo, justo antes de que todos los jugadores se marcharan al vestuario, apareció Lemaréchal para aumentar la ventaja con un disparo desde fuera del área que no pudo salvar Safonov.
El 2-0 fue un golpe duro que, por lo menos, tuvo una rápida respuesta, porque Barcola, a los 40 segundos de la reanudación, armó una gran jugada por su banda que culminó con un remate desde el interior del área que sirvió para amenazar la victoria del Estrasburgo.
Sin embargo, el equipo de Liam Rosenior se defendió bien. Apenas concedió ocasiones, que llegaron en el último tramo del duelo. El PSG chocó contra una tela de araña bien tejida por un rival que sólo vivió un par de sobresaltos protagonizados por Doué que quedaron en nada. Incluso Lemaréchal, con un cabezazo, pudo aumentar la diferencia para su equipo que sueña con hacer historia.
La realidad es que el nombre del Arsenal, que navega por un horizonte que vislumbra ansioso el PSG, benefició al Estrasburgo, que pelea por participar por segunda vez en su historia en la máxima competición continental.
Jugó la Copa de Europa del curso 1979/80 y fue eliminado por el Ajax en cuartos de final. Décadas después, acaricia ese hito y, a falta del resto de la jornada, es cuarto, igualado con el Niza, tercero, y a un punto del Marsella, segundo con un partido menos. El Lille, quinto, y el Mónaco, sexto, pelean por arrebatarle una posición privilegiada que alcanzó con fuerza gracias a la derrota del PSG, en exceso pendiente de las semifinales frente al Arsenal.
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