Un magnífico zurdazo del joven mediocampista Pablo Barrios en la prolongación devolvió la sonrisa al Atlético de Madrid con un triunfo en el Ramón Sánchez Pizjuán ante el Sevilla (1-2) que le permite recortar su desventaja respecto al Barcelona y el Real Madrid, que pincharon el sábado.

Después de las frustrantes eliminaciones en la Liga de Campeones y en la Copa del Rey y de encadenar tres partidos de LaLiga sin ganar (un punto de nueve posibles), el equipo del argentino Diego Pablo Simeone recuperó la sonrisa gracias al latigazo del internacional a los 93 minutos que culminó la remontada en un partido más que complicado.

La victoria sitúa al cuadro rojiblanco a tres puntos del Real Madrid y a siete del Barcelona, distancia esta última amplia pero no definitiva. Un resultado para tomarse un desquite un día en el que se presentó con las bajas del uruguayo José María Giménez, los argentinos Rodrigo de Paul y Ángel Correa y el brasileño Samu Lino y contó con la reaparición del capitán Koke Resurrección mes y medio después.

El Sevilla, que lucha por no complicarse la vida e incluso engancharse a la pugna europea, quería poner fin también a su racha de dos derrotas seguidas y sobre todo reencontrarse con la victoria ante su afición, algo que no le ha ofrecido desde mediados de diciembre ante el Celta.

El francés Lucien Agoumé adelantó pronto (m.7) al cuadro de Xavi García Pimienta, y aunque respondió rápido (m.25) el argentino Julián Álvarez al transformar un penalti cometido por Loic Bade sobre el inglés Conor Gallagher no estuvo cómodo el Atlético ante un Sevilla que generó también peligro ante el esloveno Jan Oblak.

A ninguno de los dos el empate le sabía demasiado bien. Lo intentaron y tuvieron ocasiones, pero el único que lo vio claro fue Barrios, internacional absoluto de nuevo cuño, que aprovechó la autopista que le ofreció el Sevilla para internarse, llegar a la media luna y enganchar un magnífico zurdazo que entró junto a la base del poste de la meta hispalense sin que tuviera opción alguna el meta noruego Orjan Nyland. El Atlético volvía a sonreir y el Sevilla a lamentar otro sinsabor.

El duelo de Champions en La Cerámica entre Villarreal, quinto, y Athletic, cuarto, acabó en tablas (0-0), en un encuentro en el que el conjunto vasco demostró una vez más su madurez y solidez para seguir afianzado a la estela del Atlético y dejar a una distancia respetable al ‘submarino amarillo’.

Soñó el cuadro de Marcelino García Toral con el triunfo con un tanto de Thierno Barry a falta de un cuarto de hora, pero fue anulado por mano previa del propio delantero francés. Al final tuvo que resistir en inferioridad desde el minuto 83 por expulsión del franco senegalés Pape Gueye por una dura entrada a Maroan Sannadi.

La Real Sociedad y el Getafe consolidaron su ambición europea a costa de Las Palmas y Valladolid, cuya situación, principalmente la del cuadro pucelano, es dramática, prácticamente descendido, pues no en vano está a catorce puntos de la salvación.

El conjunto donostiarra curó heridas de la eliminación en las semifinales de la Copa del Rey ante el Real Madrid con una clara victoria en el estadio Gran Canaria (1-3), encaminada con los tantos de Mikel Oyarzabal (m.5) y Sergio Gómez (m.56) y completada por el venezolano Jon Aramburu (m.68) después de que el escocés Oli McBurnie acortara distancias (m.60).

Es la segunda victoria seguida del cuadro de Imanol Alguacil, que se instala octavo a dos puntos del Celta. Ahora mismo son los dos conjuntos que encabezan el furgón de aspirantes a completar la presencia europea y en el que está también el Getafe, que tras alejar el peligro en el que vivió parte de la temporada está lanzado.

El equipo de José Bordalás aprovechó la endeblez del colista Valladolid para obtener su victoria más amplia lejos del Coliseum en años (0-4). El uruguayo Mauro Arambarri aprovechó la falta de contundencia atrás de los pupilos de Álvaro Rubio a los 52 segundos y Ramón Terrats con un doblete (m.19 y 39) sentenció el encuentro.

El Valladolid naufragó sin remisión y todavía se le complicó todo más en la prolongación del primer tiempo cuando Mario Martín fue expulsado con roja directa por una dura entrada. Para su fortuna, el Getafe no quiso hacer mucha más sangre en la reanudación y se conformó con ampliar una vez la cuenta con un gol del luso Domingos Duarte en otro error en la salida del meta Andre Ferreira.

Mientras el Getafe navega a toda vela el Valladolid se hunde cada vez más. Crispación en la grada, contraria a la propiedad del club que encabeza Ronaldo Nazario, y nervios, muchos en el banquillo. Prueba de ello fue el enfrentamiento en el banquillo entre Luis Pérez y Juanmi Latasa, en el que tras un intercambio de palabras el primero incluso llegó a golpear en el brazo al delantero pese a los intentos de impedirlo del suizo Eray Comert.

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