El derbi que decidió en dos ocasiones al campeón de Europa, con el dominio del Real Madrid en su competición fetiche y la incansable búsqueda de un título que ya mereció en el pasado el Atlético de Madrid, regresa a la escena de mayor trascendencia, la Liga de Campeones, ocho años después y en unos octavos de final que serán el paso de firmeza que necesita el equipo más laureado o una nueva oportunidad para la eterna revancha rojiblanca.
Nunca cicatrizarán las heridas del pasado entre dos vecinos que han trasladado su rivalidad en España al nivel más alto posible. Recuerdos aliados al sufrimiento pero con buen sabor de boca final para el Real Madrid, necesitado en el presente de un triunfo de la magnitud que siempre tiene superar a un Atlético de Madrid que con Diego Simeone al mando, se habituó a llevar al límite a su rival para salir victorioso.
Y ahí radica la dificultad que encara Carlo Ancelotti, condicionado por las bajas, inmerso en la peor de sus temporadas a nivel numérico. Solamente hubo un curso, el posterior a la décima, en el que perdió 8 de los 44 primeros partidos de la temporada. Y el final no le dejó buen recuerdo al ser destituido. Aún está a tiempo de corregirlo en el presente el técnico italiano. Ganadas dos de tres competiciones, Supercopa de Europa y Copa Intercontinental, goleado por el Barcelona en la final de la Supercopa de España.
Tercero en LaLiga tras ganar una de las cinco últimas jornadas, a un paso de la final de la Copa del Rey tras vencer la ida de semifinales en Anoeta y con esperanzas renovadas en una Liga de Campeones en la que caminó sobre el alambre. Necesitado Ancelotti de un triunfo en día grande que silenciase las críticas de los malos resultados en partidos de altos vuelos, la inesperada eliminatoria de ‘play-off’ a octavos ante el Manchester City, fue un impulso que se ha evaporado.
Se probó el traje de campeón al borde del abismo y superó con claridad a un equipo de Pep Guardiola, enterrando capítulos recientes de eliminatorias repletas de sufrimiento. Esa misma entrega, compromiso y solidaridad en la que tanto insiste ‘Carletto’, la necesitará ante el Atlético de Madrid.
«Si jugamos como hoy no tenemos opciones de ganar el martes», aseguró en un dardo directo a sus jugadores Ancelotti tras caer en casa del Real Betis, disgustado por la imagen pobre mostrada por unos jugadores que se olvidaron de competir en un momento clave de LaLiga. Es la reacción que busca el técnico en un equipo que elige días grandes. Condicionado en el derbi por las bajas de Dani Carvajal, Éder Militao, Dani Ceballos, lesionados, y Jude Bellingham, sancionado.
También por el estado de Fede Valverde, a quien el cuerpo le dijo basta tras llevarlo al límite, sin descansos. Ausente en los tres últimos partidos, llega muy justo a la gran cita. Su presencia es clave para Ancelotti, que debe decidir si lo ubica en el lateral derecho, ante la pérdida de confianza en Lucas Vázquez en días grandes, o en un centro del campo en problemas. Sin el jugador que daba sentido al juego, Ceballos, ni el que más esfuerzos realiza para aparecer tanto en fase ofensiva como defensiva, Bellingham.
La extraña suplencia de Raúl Asencio en Sevilla, que expuso a David Alaba para corroborar que aún no está para citas de alta exigencia, mostró la importancia por carácter, velocidad y contundencia del canterano. Se perfila titular como pareja de Rüdiger, lo que asegura la presencia de Tchouaméni en un centro del campo al que aspira a entrar como novedad Eduardo Camavinga. Músculo para la batalla en la medular. Con Brahim de enganche y un tridente amenazador con Rodrygo, Vinícius, que solamente marcó un tanto al Atlético en 15 derbis, y Kylian Mbappé que se estrenó en el primero que disputó.
Si la historia cae de parte madridista, el momento actual se tiñe de rojiblanco. Desde finales de octubre, el Atlético solo ha perdido uno de sus últimos 26 partidos. Es una demostración de la firmeza por la que se mueve esta temporada, segundo en LaLiga, en semifinales de la Copa del Rey y, de nuevo, frente a la Liga de Campeones y el Real Madrid. La doble revancha pendiente.
La Champions es el desvelo del equipo de Diego Simeone. Tan cerca en 2014, 2016 y 2017, el Real Madrid frustró su asalto al título más reluciente del mundo. En las dos primeras ocasiones en la final, en la prórroga primero y en los penaltis después; en la otra -su último precedente contra ese rival en este torneo- en las semifinales, con un 3-0 demoledor en el Bernabéu. La hazaña de la vuelta del Calderón no fue posible (2-1).
Advertido está el Atlético, ganador de sus cinco duelos más recientes en este torneo y que desprende convicción en cada partido y en cada lance, mientras maneja más registros que nunca, supera rivales por fútbol, físico y pegada y dispone de un ataque de máxima potencia, con Julián Alvarez como mejor exponente. Ya son 21 goles en este curso.
Los 16 de Antoine Griezmann, más concreto con menos despliegue físico; los 13 de Alexander Sorloth (ocho de ellos desde el banquillo) y los siete de Ángel Correa disparan las cifras de su delantera hasta los 57 tantos para desafiarse a sí mismo y al Real Madrid. 22 de los goles de sus cuatro atacantes surgieron desde el banquillo.
Los cinco cambios que dispone en cada partido son otro aspecto imponente de este Atlético, que termina los partidos a tope, con hasta 28 goles del minuto 80 en adelante. No son los que empiezan, sino también los que salen desde la suplencia.
El conjunto rojiblanco, invicto en sus últimos diez encuentros oficiales, con al menos un gol a favor en 25 de sus últimos 26 duelos, saldrá previsiblemente con su once más tipo en el Bernabéu, también consciente de que se trata solo de la primera parte de la eliminatoria, cuya resolución será en el Metropolitano.
Julián Álvarez, Marcos Llorente y probablemente José María Giménez, que descansaron de inicio el pasado sábado en el triunfo ante el Athletic, retornan al once en el derbi: el argentino en el ataque junto a Antoine Griezmann, el madrileño en el lateral derecho y el uruguayo en el centro de la defensa, junto a Robin Le Normand o Clement Lenglet. O con los dos si juega con cinco atrás, aunque es menos probable.
Entre las dudas que genera la banda izquierda, el flanco más expuesto en este Atlético, Simeone previsiblemente dará continuidad a Javi Galan en el lateral. Samuel Lino o Conor Gallagher se disputan el puesto más adelante. Giuliano Simeone, Rodrigo de Paul -la inspiración de este Atlético- y Pablo Barrios completarán el medio campo. Jan Oblak será el portero. Son baja Koke Resurrección y César Azpilicueta, por sendas lesiones musculares.
. Alineaciones probables:
Real Madrid: Courtois; Fede Valverde o Lucas Vázquez, Rüdiger, Asencio, Mendy; Tchouaméni, Camavinga, Brahim; Rodrygo, Vinícius y Mbappé.
Atlético de Madrid: Oblak; Llorente, Le Normand, Giménez o Lenglet, Galán; Giuliano, De Paul, Barrios, Lino o Gallagher; Griezmann y Julián Alvarez.
Árbitro: Clement Turpin (Francia).
Estadio: Santiago Bernabéu.
Hora: 21.00 (20.00 GMT).
Más noticias de los LATINOS EN EUROPA