El jugador nacido en San Diego, encontraría en este traspaso la oportunidad ideal para retomar el nivel que mostró en Europa. Es internacional con la selección de Estados Unidos, aunque su padre es español.

Formado en el Fulham y con un paso destacado por Heracles Almelo, llegó al Celta en el verano de 2022 como una apuesta de Luis Campos. Desde entonces, acumuló 67 partidos con los gallegos, aunque su protagonismo decayó en el último año.

En la actual temporada, de la Torre sufrió una lesión que lo marginó al inicio. Aunque recibió el alta antes de la quinta jornada, no fue convocado y buscó ritmo con la selección de Estados Unidos. Con el combinado nacional sumó sus primeros minutos oficiales del curso e incluso marcó un gol. Sin embargo, al regresar, volvió al parte médico y solo jugó cuatro minutos en LaLiga, frente al Mallorca en diciembre.

Su otra participación destacada fue en la Copa del Rey, entrando desde el banquillo contra Salamanca. A partir de entonces, fue relegado al banco y quedó fuera en algunos encuentros, como en Santander. Estas limitaciones deportivas, sumadas a su deseo de jugar regularmente, lo acercaron a San Diego FC, donde sería una pieza clave.

El mediocampista se caracteriza por su visión de juego, precisión en los pases y capacidad para recuperar el balón. Estas cualidades lo convierten en una apuesta segura para un club que busca armar un equipo competitivo desde su debut en la MLS. Además, su regreso a San Diego es simbólico, marcando un reencuentro con sus raíces tras años en Europa.

Para el club californiano, fichar a un jugador de la experiencia internacional de de la Torre refuerza su ambición. La posibilidad de incorporarlo desde enero le permitirá adaptarse al equipo y contribuir al desarrollo de su estilo de juego antes del inicio de la temporada.

Por: Zamoel Guzmán Ruiz

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