Por: Francisco Buitrago Castillo / Editor Senior
Lo declaró de manera contundente James Rodríguez: “He llegado a un equipo que busca conseguir grandes cosas, quiero que juguemos buen fútbol y rendir a un alto nivel». Las primeras palabras del talento cafetero, en su nuevo club, no dejaron lugar a dudas…
Y no se trata del León de México, escuadra con la que acaba de firmar para el año 2025, sino de las declaraciones que entregó el 28 de marzo de 2021, a la página web del Everton de Inglaterra, cuando su presencia en la Premier League prometía una nueva época de brillo.
La esperanza en tierras británicas para James Rodríguez
Se reencontraba en el club inglés con Carlo Ancelotti, el entrenador italiano con el que siempre tuvo una relación «como de padre e hijo», con quien fue figura en el Real Madrid 2014-2015, tras ser máximo anotador en Brasil 2014 y ganador del Premio Puskas FIFA al mejor gol de ese año.
En aquella temporada 2020-2021, tras un retorno intrascendente al conjunto merengue, luego de destacar a préstamo en el Bayern Munich entre 2017 y 2019, donde no aceptó quedarse de manera permanente a raíz del frío y el nulo gusto por el idioma alemán, James Rodríguez parecía retomar su rol de figura mundial en una liga de primer nivel.
Al final de la misma, iba a registrar 6 goles y 4 asistencias con el Everton, tras disputar 21 partidos como titular, sin imaginarse que ese sería su último año con un rol protagónico y continuo dentro de una liga top del fútbol mundial.
El brillo inicial se convierte en la salida de James
Cuando finalizó la temporada, Ancelotti anunció por sorpresa que dejaba el cargo para regresar como DT del Real Madrid y la llegada de Rafa Benítez como adiestrador del equipo «blue», de alguna manera sentenció la salida de James Rodríguez, que ya había coincidido con el español en el Madrid, entre 2015 y 2016, sin buen suceso.
«Ancelotti es el culpable de la situación de James, aunque Benítez quede como el villano», sentenció el periódico Echo en agosto de 2021, cuando la salida del jugador era ya un secreto a voces.
¿Podía ser tan responsable del rendimiento y de las decisiones de un jugador profesional, un solo director técnico? ¿De haberse quedado en el Everton Ancelotti, el porvenir de James a nivel de clubes habría sido otro?
Preguntas sin respuesta posible, como sucedió en su momento con la etapa difícil de James, dirigido por su ídolo Zinedine Zidane en el Madrid, donde cada vez tuvo menos presencia, mientras el equipo «blanco» ganaba tres Champions League de manera consecutiva.
De ahí en más, eso sí, la «montaña rusa» de clubes, ligas y recisiones de contrato protagonizadas por James, desde Catar hasta España, pasando por Grecia y Brasil, dejaron tantas bienvenidas alucinantes, como desenlaces grises y silenciosos que sólo un deporte tan especial como el fútbol puede ofrecer.
Un talento innegable que se divide entre dos aguas
Y en medio de todo, para James Rodríguez y su fútbol, esa «luz al final del tunel», ese «amor eterno» llamado Selección Colombia que, si bien pasado lo del Everton lo vio alejarse un poco y, con su trasegar de baches deportivos en Al-Rayyan y Olympiacos, influir en la eliminación del equipo cafetero hacia Catar 2022, incluidos los despidos del portugués Carlos Queiroz y el vallecaucano Reynaldo Rueda, no ha dejado de ser su «lugar seguro en el mundo».
Con el arribo del argentino Néstor Lorenzo para liderar el proceso hacia el Mundial 2026, pese a que el rendimiento de James en las filas del Sao Paulo fue intrascendente y con una salida abrupta, sumó entre 2021 y 2025 otros 32 encuentros internacionales con Colombia.
En el proceso, se convirtió en uno de los jugadores con más de 100 partidos en el equipo nacional y lideró a su país hasta la final de la Copa América 2024, donde batió la mayor cantidad de asistencias logradas en el torneo, siendo nombrado además MVP de la competición.
Sin embargo, su anhelo de volver a brillar en una liga top, que parecía realizable tras fichar por el Rayo Vallecano de España, duró apenas seis meses, entre el anonimato y la incertidumbre, lapso en el que no pudo destacar ni convertirse en titular, mientras de forma paradójica capitaneaba a Colombia para sumar victorias históricas, por eliminatorias mundialistas, ante Brasil y Argentina en Barranquilla.
¿Qué viene para James Rodríguez en el León de México?
«La carrera de James parece discurrir por dos carriles paralelos: a nivel de clubes, es una estrella en declive que tal vez nunca estuvo a la altura de su potencial. Pero a nivel internacional, sigue siendo un maestro del juego (…) está viva la esperanza de verlo, dentro de 18 de meses, en el próximo Mundial», analizó el experto inglés, Jonathan Wilson, el pasado 11 de enero, en su columna para The Guardian.
Por supuesto, el club que ahora ha apostado por el colombiano, el León de México, confía en que el DT Eduardo Berizzo, argentino como Lorenzo, quien también se entiende en la Selección con James a la usanza de «padre futbolístico» que funcionó con Ancelotti y con José Pékerman, encuentre la manera de sacar lo mejor del nacido en Cúcuta, quien ahora porta el número 10 en la escuadra de Guanajuato.
James Rodríguez ya ha declarado que espera ser importante para León en la Liga MX, donde desde hace cinco años el equipo no juega la final de la competición.
Además, tendrá como gran escenario el Mundial de Clubes 2025, en Estados Unidos, al que la escuadra «esmeralda» está clasificada por haber ganado la Copa de Campeones de la Concacaf en 2023.
Allí, James Rodríguez podrá medirse ante Flamengo de Brasil, Chelsea de Inglaterra y Esperance de Tunes, dentro del grupo D, en la primera ronda del nuevo torneo, que tendrá lugar entre junio y julio próximos.
El objetivo de llegar a su tercer Mundial de Fútbol
Como capitán y líder de la Selección Colombia, James Rodríguez espera encontrar un buen ritmo de juego en el León, para encarar los encuentros decisivos que definirán la clasificación a la Copa del Mundo de Estados Unidos, México y Canadá.
En este momento, el equipo cafetero se ubica cuarto en la tabla de posiciones, con 19 puntos, tras caer ante Uruguay y Ecuador en las jornadas 11 y 12 de las eliminatorias sudamericanas.
El próximo 20 de marzo, Colombia visitará a Brasil, que tiene 18 puntos, y se ubica quinto en la clasificación, por la fecha 13; antes de recibir a Paraguay, que está sexto, con 17 puntos, en la fecha 14.
De lograr cuatro de las seis unidades en esos dos partidos, el sueño de James Rodríguez de asegurar la clasificación a su tercera Copa del Mundo de mayores estaría prácticamente asegurado.
Tras superar como máximo asistidor en Copas América, al legendario Carlos «El Pibe» Valderrama, lograr el paso al Mundial 2026 sería la oportunidad de James para igualar el logro de la generación cafetera de los años 90, clasificando a tres campeonatos del mundo.
Para el club León y para la Selección Colombia, la mejor noticia de 2025 sería que el doble cauce de James Rodríguez entre clubes y selección nacional encuentre su punto de convergencia definitivo en la presente temporada.
La posibilidad de esa «reconciliación» de caminos, sin duda alguna, dependerá en gran medida del propio jugador colombiano…
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