Igual que a final de la temporada pasada, el Getafe ha caído en picado en los últimos partidos de LaLiga y su entrenador, José Bordalás, ha igualado su peor registro de derrotas consecutivas en el banquillo del conjunto madrileño.
En total, acumula cinco seguidas, las mismas que sumó en las últimas cinco jornadas del curso pasado. Entonces, entre la jornada 34 y la 38, fue derrotado por el Athletic (0-2), Cádiz (1-0), Atlético de Madrid (0-3), Alavés (1-0) y Mallorca (1-2).
Ahora, después de un inicio de 2025 esplendoroso que le sirvió para acercarse a la salvación, el Getafe vuelve a generar dudas. No sólo son cinco derrotas. En realidad son seis en los últimos siete partidos, porque la victoria en Valladolid (0-4), en medio de la serie, aligera la mala serie de resultados.
El choque en Mestalla ante el Valencia fue el último capítulo de un equipo que parece agotado. Perdió 3-0 de forma inapelable, sin presentar batalla. Las anteriores jornadas, por lo menos peleó por puntuar contra el Rayo Vallecano (1-0), Real Madrid (0-1) y Espanyol (1-0). Sólo Las Palmas fue capaz de conseguir una mayor renta en su resultado (1-3).
Mucho de los males del Getafe esta temporada proceden del verano pasado, cuando el mercado no fue muy beneficioso para sus intereses. Llegaron jugadores con nula o escasa experiencia en Primera División como Christantus Uche, Álvaro Rodríguez, Bertug Yildirim o Peter Federico. Otros como Carles Pérez, Álex Sola o Juan Berrocal no han sido nada trascendentes.
Además, perdió a nombres clave como Nemanja Maksimovic, Mason Greenwood, Enes Ünal o Jaime Mata. Y hasta que Bordalás pudo ver el fruto del trabajo con los nuevos, pasó un buen tramo de la competición. De hecho, en diciembre de 2024, tras el último partido del año ante el Mallorca, acabó al borde de los puestos de descenso y pocos apostaban por su salvación.
Con los refuerzos invernales (Juanmi Jiménez, Juan Bernat y Ramón Terrats), el Getafe tomó impulso en la clasificación, empezó a ganar partidos (hasta siete lejos del Coliseum) y se colocó en una posición privilegiada con 39 puntos, al borde de la salvación e incluso cerca de Europa.
Pero hace cinco jornadas, el equipo de Bordalás pareció decir basta. Una plantilla corta, mermada por las lesiones de algunos jugadores y por las sanciones de hasta tres partidos para Djené y Uche, han vuelto a rebajar al Getafe hasta niveles de rendimiento similares a los de otros tramos del curso más complicados.
Bordalás, con todos los problemas que ha tenido que sortear, parece satisfecho: «Si nos hubiera dicho que íbamos a tener estos puntos, lo habríamos firmado», dijo tras caer frente al Valencia en rueda de prensa.
Si el Leganés gana al Espanyol este domingo, el Getafe tendrá una renta de cinco unidades sobre el descenso. Quedarán nueve en juego y podrían activarse las alarmas con un calendario complicado en el que tendrá que enfrentarse a equipos que pelean por Europa (Athletic, Mallorca y Celta).
Las últimas cinco derrotas seguidas del Getafe, el peor registro de Bordalás en el club azulón, han provocado que el botón de emergencia esté casi encendido. Una victoria más acabará con la incertidumbre. Pero tiene que lograrla, algo que ahora mismo parece muy complicado.
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