Sevilla, 24 abr (EFE).- La final de la Copa del Rey que este sábado disputarán el Barcelona y el Real Madrid en el estadio de La Cartuja de Sevilla tendrá un impacto en la ciudad sevillana de unos cincuenta millones de euros, según informaron a EFE fuentes del área económica del Ayuntamiento de la capital hispalense.
Con previsiones de lleno técnico en la planta hotelera de la ciudad, que tiene en la final un acontecimiento extraordinario y adicional entre la Semana Santa y la Feria de Abril, se prevé que lleguen a Sevilla unas cien mil personas a partir de este viernes, entre los 26.031 aficionados de cada equipo, según datos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y los que puedan llegar sin entrada.
La ciudad, como ya ocurrió el pasado año con las aficiones del Athlétic de Bilbao y el Real Mallorca, empezará a acoger a las aficiones barcelonista y madridista, de Madrid y barcelona y de las numerosas peñas de ambos conjuntos en Andalucía y Extremadura, partir de este viernes y, desde ese momento, la actividad hotelera y de restaurantes y bares empezará a ebullir en todos su barrios y especialmente en el centro.
El epicentro de la actividad de este agosto en pleno abril, tanto en previsiones de temperaturas como de ingresos, será la zona monumental de la ciudad, los alrededores de la Catedral, el Alcázar, el Barrio de Santa Cruz y el centro histórico, aunque la ubicación de La Cartuja pesará y mucho en los movimientos.
Contará en las calles y en el consumo el hecho de que, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las máximas previstas desde este viernes superen los treinta grados, el pórtico de lo que en Sevilla es ‘la calor’ en femenino, que es más que en masculino.
Esta será la temperatura que acogerá a las aficiones del Barcelona y Real Madrid, que tendrán, además del escenario de la ciudad, dos zonas acotadas en sendos extremos de la isla de La Cartuja, la madridista en un aparcamiento aledaño al Parque del Alamillo y la barcelonista en un espacio anexo a la Avenida Carlos III, ambas a una media hora andando hasta el remozado estadio de La Cartuja.
El horario de ambas zonas será desde las 11.00 a las 19.00 horas del mismo día del partido, por lo que hasta entonces las aficiones le darán el tono a la ciudad en zonas más próximas al estadio y de gran amplitud en superficie y generosidad en bares como la Alameda de Hércules, en la que extraoficialmente y por medio de las redes sociales ya han quedado los aficionados madridistas.
La Cartuja estrena aforo con sus obras de ampliación y acondicionamiento, 70.000 espectadores, aunque aún tiene pendientes otras de urbanización que la hagan más accesible desde todos los puntos de una ciudad cuya planta hotelera se encuentra ya casi al completo.
No es sólo el centro, sino también la periferia de Sevilla y los pueblos de la comarca vecina del Aljarafe, bien comunicada además con el estadio, los que se encuentran en lleno técnico, a la que también ha contribuido que este fin de semana se corra el Gran Premio de España de Motociclismo en Jerez de la Frontera (Cádiz).
Un total de 230 efectivos de la Policía Local de Sevilla serán los responsables del control del tráfico y de la venta ambulante, así como la vigilancia de actividades de ocio, tanto en los alrededores de las zonas de concentración de las aficiones como en las zonas céntricas, en los que el mecanismo está engrasado por ser ésta la séptima final copera consecutiva en Sevilla desde 2019.
La del sábado será la sexta que se juegue en La Cartuja tras el acuerdo suscrito en su día entre la RFEF y la Junta de Andalucía, convenio que expira con la presente edición, aunque el Gobierno autonómico tiene la intención de ampliarlo.
