Rodrigo Corona
La venezolana María Alejandra Peraza, integrante de la selección de su país en la pasada Copa América de fútbol, aseguró este sábado que enfrentar el machismo es uno de sus retos más grandes como jugadora.
«Lo más difícil como profesional es batallar con el machismo. Hoy todavía el fútbol se ve como un deporte para hombres», explicó a EFE Peraza, defensa del Cruz Azul de México.
A pesar de que el fútbol femenino vive un explosión en gran parte del mundo, Peraza no se ha quitado el estigma del predominio de los hombres en el balompié.
Según el último reporte del fútbol femenino de la FIFA, los clubes de mujeres han registrado un 33 por ciento de crecimiento anual en ingresos comerciales que el máximo organismo del balompié mundial confirmó como un interés sostenido y creciente de los patrocinadores.
«A pesar de que hay mucho más apoyo, mucho más conocimiento de nosotras como futbolistas, todavía hay muchas restricciones que nos cohíben a desarrollar un fútbol más vistoso», añadió la ganadora del título de la liga colombiana con Independiente de Santa Fe en 2017.
La zaguera de 29 años cree que el hecho de que en América Latina la FIFA sólo considere a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y México entre las 30 ligas principales del mundo es porque en la región existe una falta de interés por presentar proyectos que atraigan a patrocinadores.
«Potencial y nivel hay. Eso se nota con la diferencia que hacen las jugadoras latinoamericanas que están en Europa. Con más de apoyo seríamos potencia», comentó Peraza.
En el caso de Venezuela, la central explicó que si una mujer aspira a convertirse en jugadora profesional, su única opción es salir a naciones próximas como Colombia, que sí cuenta con una liga organizada en la que la mayoría de las futbolistas perciben un salario por jugar.
Venezuela tiene un campeonato descrito por Peraza como con falta de continuidad, ya que tiene una duración de menos de tres meses, lejos de los 10 de la liga mexicana, una de las competiciones femeninas más importantes de América Latina.
«Con una liga profesional en Venezuela le podríamos dar continuidad a las jugadoras de las categorías inferiores. La mayoría de las que estamos en selección, jugamos fuera del país; las que necesitan más son las de la nueva generación. La Federación ha hecho un esfuerzo para organizar campeonatos, pero una liga profesional es difícil por la situación del país», afirmó la oriunda de Lara.
A nivel de selección, Peraza elogió el trabajo hecho por la federación venezolana, institución en la que considera existen personas que quieren apostarle al fútbol femenino y organizan de forma regular amistosos y concentraciones en las fechas FIFA.
En 2022, las venezolanas se quedaron con el sexto lugar de la Copa América, sin derecho a uno de los tres boletos que se repartieron en Sudamérica para el Mundial de este año.
Peraza pronosticó que la continuidad que ha recibido el equipo de la seleccionadora italiana Pamela Conti dará réditos este año y confió en que Venezuela ganará con una medalla en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
«Nos enfrentaremos a selecciones de Concacaf, que son buen nivel y nos ayudará a ver más allá de Sudamérica. Estamos motivadas y creemos que podemos pelear por medallas en los Juegos», sentenció.