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El Nápoles de Walter Mazzarri, el de ‘Kvara’, Osimhen y compañía, ese equipo que hace menos de un año era el más temido de Italia, recibirá al Barcelona este miércoles en Liga de Campeones navegando en un mar de dudas, en una situación de profunda crisis y en el mismo escenario en el que este sábado salvó los muebles en el último suspiro ante el Génova (1-1).
Dos equipos contenidos, con más miedos que fútbol, carentes de desequilibrio en sus ataques y de atrevimiento, empataron sin goles en el Estadio Olímpico de Roma, en un duelo en el que el Lazio mostró mayor voluntad ante un Nápoles que apostó por dejar su portería a cero.
El presidente del Nápoles, Aurelio de Laurentiis, podría ir a juicio por un delito de falsa contabilidad, después de que la Fiscalía de Roma haya cerrado este viernes las investigaciones sobre el fichaje del nigeriano Victor Osimhen por el club italiano procedente del Lille francés en 2020
Fundamental en la última victoria del Nápoles ante el Fiorentina (3-0) con un tanto decisivo para pasar a la final de la Supercopa italiana, el argentino Giovanni ‘Cholito’ Simeone volvió a aprovechar la ausencia de su mayor competencia, el nigeriano Victor Osimhen, y pidió paso hacia una titularidad nada descabellada.
Un gol del argentino Giovanni ‘Cholito’ Simeone y un doblete relámpago de Zerbin en los últimos compases decantó este miércoles la balanza en favor del Nápoles, que se deshizo del Fiorentina (3-0) y selló con autoridad su pase a la final de la Supercopa de Italia, en la que espera al ganador del duelo entre el Inter y el Lazio.
La crisis del Nápoles se acentuó en el estadio Olímpico de Turín, superado con claridad por el Torino (3-0), fuera de la zona europea y con una significativa imagen de impotencia que afea el panorama futuro del conjunto de Walter Mazzarri.
