Después de la eliminación de Cincinnati a manos de New York City, tres argentinos “le quitan el sueño” a las directivas del equipo de Ohio. El primero es Lucho Acosta, el MVP de la MLS la temporada anterior quien, “en caliente”, dejó entrever que podría abandonar el equipo.
El volante ofensivo jugó esta campaña 35 partidos, tres de ellos como suplente, marcó 14 goles y repartió 21 asistencias, es decir 35 participaciones de gol, una por partido. Pero adicionalmente, es el líder del equipo en la cancha y el jugador que nunca desfallece.
El segundo es Luca Orellano, el atacante que alcanzó a disputar 33 juegos como titular y tres como suplente. Marcó 11 goles y aportó 7 asistencias. Se caracterizó por hacer goles espectaculares, uno de ellos le mereció el premio al gol del año de la MLS, luego de un cobro de una falta desde más atrás de la mitad de la cancha.
El tercero es el extremo Yamil Asad, quien llegó al plantel sin muchas expectativas, pero rápidamente encajó y logró números importantes, ya que apenas disputó once partidos como titular y 15 como alternativa, anotó 4 goles y repartió 5 asistencias.
Para el técnico del plantel, Chris Albright, es prioridad convencer a Lucho Acosta de que se quede para la temporada 2025. Una vez solucionado este aspecto, la idea es reforzar el plantel para que los atacantes Orellano y Asad puedan mejorar su producción en beneficio del equipo.
Los dos delanteros norteamericanos, Nicholas Gioachini y Corey Baird no respondieron a lo que se esperaba de ellos y eso atentó para que el equipo pudiera llegar más lejos en la postemporada, a pesar de que terminaron terceros en La Conferencia Este.
El brasileño Sergio Santos tuvo una campaña irregular y el joven venezolano Kevin Kelsy necesita más experiencia para afrontar retos como el de la MLS, pero seguramente lo dejarán para el 2025.
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