La derrota contra Austria (2-3), que relegó a Países Bajos a la tercera plaza del grupo D, desató una crisis en la selección neerlandesa, que ha hecho autocrítica, ha reflexionado y ha hablado entre sí «con palabras duras, necesarias», según expresó este viernes su capitán, Virgil Van Dijk, camino de los octavos de final de la Eurocopa 2024 contra Rumanía, el próximo martes en el Allianz Arena de Múnich.
«Se ha hablado mucho, con palabras duras, por supuesto. Son necesarias. Hemos hablado mucho, pero lo mantenemos en privado. Hemos visto imágenes del partido. Han ocurrido algunas cosas. Ayer por la tarde la tuvimos libre, así que esto también creo que ha ayudado. Ahora es el momento de demostrarlo realmente dentro del campo. Es lo más importante», reveló en rueda de prensa el defensa del Liverpool, 71 partidos internacional con la ‘Oranje’.
La crítica desde fuera, incluso, también ha caído en él. «Puedo entenderlo después del último partido. Sé cuándo puede y debo hacer mejor las cosas. Estoy trabajando en ello. No jugué mi mejor partido frente a Austria», asumió Van Dijk, que insistió en ello, reiteró que podría haber «aportado más» a su equipo y esperó resarcirse este martes ante Rumanía.
Ha habido más críticas aún desde la prensa para Joey Veerman, medio centro de 25 años del PSV, reemplazado por Koeman ante Austria en el minuto 35. «Todos podemos jugar un mal partido. Fue una noche muy dura para todos nosotros, pero también para él. No jugó bien, pero un partido no define a un futbolista para toda su carrera», recordó.
«Todo el mundo sabe que esto es parte del fútbol este tipo de partidos. Todo el mundo ha tenido un mal partido. El grupo está con él. Todos sabemos sus cualidades. Lo bueno que es. Hubo comentarios de la prensa excesivos», añadió Nathan Aké, defensa de la selección neerlandesa y que compareció junto a Van Dijk en la concentración en Wolfsburgo, donde ambos admitieron el margen de mejora que tiene su selección en esta Eurocopa.
«Podemos hacer de esta Eurocopa un torneo aún muy especial», señaló Van Dijk, que ya mira a la selección de Rumanía y una parte del cuadro presuntamente más fácil que el otro lado, ya que su selección evita a Francia, España, Portugal y Alemania, entre otras. Y no se cruzaría con Inglaterra hasta unas hipotéticas semifinales.
«Sabiendo cómo jugamos el último partido contra Austria, no podemos subestimar a nadie en absoluto. Hay que ser humildes, trabajar duro todos juntos y poner mucha energía el martes», advirtió.
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