Factura 200 millones de dólares al año, es dueño de un banco digital y quiere comprar un equipo portugués. Así construye su imperio el Flamengo, el club más poderoso de América y uno de los favoritos para llegar a la final del Mundial de Clubes.
Con una historia centenaria que se remonta a 1895, el conjunto de Río de Janeiro ha creado en la última década un universo diversificado de ingresos que va desde la tradicional venta de camisetas hasta ofrecer planes de telefonía móvil.
«Nuestros ingresos vienen de todas las formas posibles (…) El mercado nos recibe muy bien porque conoce nuestro tamaño. Tenemos una audiencia muy grande», explica a EFE el director de Marketing del Flamengo, Marcos Senna.
Al club carioca le llueven los patrocinadores. Luce ocho solo en el uniforme de fútbol, pero en total tiene unos treinta sumando las empresas asociadas.
Vincularse a él significa tener acceso a más de 40 millones de aficionados solo en Brasil. Es como si toda la población española fuera hincha del FC Barcelona o el Atlético de Madrid.
Además, cuenta con una materia prima de primer nivel al tener una de las canteras de futbolistas más potentes del continente.
De las instalaciones de la Gávea han salido estrellas como ‘Zico’, Carlos Mozer, Leonardo, Adriano ‘Emperador’, Júlio César y más recientemente Lucas Paquetá y Vinícius Júnior.
Hoy, la primera plantilla del ‘Fla’ está valorada en 192,5 millones de dólares, según el portal especializado Transfermarkt.
En Brasil nadie le hace sombra. La segunda es el Palmeiras (151 millones). Pero en el resto de América tampoco, con River Plate (105), Boca Juniors (94), América mexicano (85), Toronto FC de la Major League Soccer (58), Millonarios colombiano (29) y Colo-Colo chileno (23), a mucha distancia.
ECOSISTEMA DE INGRESOS
Esos 200 millones anuales de ingresos se dividen de la siguiente forma: 30 % vienen de patrocinios y licencias, cerca del 20 % de cuotas de socios, otro 20 % con la venta de jugadores y el 30 % restante de derechos de transmisión.
Venden anualmente entre 1,5 y 2 millones de camisetas oficiales, que, como el Real Madrid, son Adidas. Cerca de la mitad de las compras se efectúan en las 170 tiendas que el club tiene repartidas por Brasil. Ningún otro equipo brasileño tiene una red tan amplia.
Todo ello apoyado por una afición ‘apaixonada’. La media de entradas vendidas para ver al Flamengo en el Maracaná es de 55.000, siendo que el techo máximo es de 60.000.
NUEVOS HORIZONTES: TELEFONÍA, BANCA Y CLUB PORTUGUÉS
Pero hay más. Recientemente acaba de poner a disposición de sus hinchas el «Fla-Chip», una marca de telefonía móvil operada por Surf Telecom, con planes prepago de 8 GB (5,8 dólares), 14 GB (7,8 dólares) y 20 GB (9,7 dólares).
Tienen un servicio de streaming propio, FlaTV+, con programación exclusiva y partidos en directo por un costo de unos tres dólares al mes o una inscripción anual de 30 dólares.
Aunque lo más llamativo es que ahora son también un banco digital, Nação BRB Fla, que formó a partir de una filial conjunta con el Banco de Brasília, otro de sus patrocinadores.
Senna asegura que el Banco de Brasília tenía un millón de clientes y que en año y medio de alianza hicieron 3,2 millones. El objetivo ahora es salir a bolsa.
Para internacionalizar la marca, han contratado una empresa en Estados Unidos y otra en China con foco en las redes sociales.
«Estamos intentando hacer el mismo camino que el Manchester United», declara Senna.
También están intentando «comprar un club en Portugal».
No acabó bien la negociación con el Tondela y ahora están en busca de otro club de la antigua metrópoli no solo para crecer en poder de marca, sino también porque facilitaría la transferencia de jugadores y «generaría una fuente de ingresos en euros».
MÁS QUE UN CLUB DE FÚTBOL
Aunque el Flamengo como entidad va más allá del fútbol, pues compite en al menos otras diez disciplinas, como baloncesto, voleibol, gimnasia artística, judo, natación, waterpolo y remo. Y a un gran nivel.
«Del Flamengo salieron un tercio de las medallas» que consiguió Brasil en las Olimpiadas de Tokio, destaca Senna, quien señala que el club solo entra en una nueva categoría cuando «ve condiciones de ganar», es decir, con una apuesta firme para levantar títulos.
