El Inter Miami, a la espera de la llegada del argentino Lionel Messi y del español Sergi Busquets, perdió este sábado por 1-4 en el campo del Philadelphia Union y sigue sin ver luz en la MLS estadounidense, en la que está hundido en la última plaza del Este.
Tanto Messi como Busquets, cuyo fichaje fue anunciado este viernes, no podrán debutar con el Inter Miami antes del 5 de julio, cuando abra la sesión de mercado veraniego de la MLS, y es muy probable que su estreno no se produzca antes del 21 de julio en el partido de la Leagues Cup contra el Cruz Azul.
El club del que el británico David Beckham es copropietario vive momentos de gran entusiasmo fuera del campo, pero en el terreno de juego su fútbol está muy lejos de ser competitivo.
En su visita al Philadelphia Union, que el año pasado perdió la final contra el Los Ángeles FC, el Inter Miami fue superado por completo y volvió a dar una muy pobre imagen defensiva.
Recibió el primer gol en el minuto 14 con un cabezazo del noruego Jakob Glesnes en una acción originada en un saque de esquina. Fue el décimo gol a balón parado recibido por el Inter Miami este año.
El equipo del argentino Javier Morales se fue al descanso perdiendo ya 3-0 y con dos dianas recibidas en los últimos cinco minutos de la primera mitad.
En el 39, el argentino Julián Carranza anotó el 2-0 tras un grave error defensivo del sueco Christopher McVey, quien dejó rebotar en el área un centro desde la banda derecha y dejó libre al delantero de rematar con la derecha.
En el añadido, el alemán Leon Flach subió el 3-0 al luminoso con un disparo raso desde el límite del área y, tras el gol del momentáneo 1-3 anotado por el finlandés Robert Taylor, el hondureño David Ruiz completó la pesadilla del Inter Miami con el gol en propia meta del definitivo 1-4.
El Inter Miami sufrió su séptima derrota consecutiva y apenas ganó cinco de sus 18 partidos este año. Es colista con quince puntos y está a once puntos de los puestos de ‘playoffs’.