El Pireo (Grecia), 15 ago (EFE).- La esperanza de contar, si se restablece de la gastroenteritis que lo ha dejado en Sevilla, con el centrocampista brasileño Fernando Reges y la posible venta, que ya se negocia, del portero marroquí Yassine Bono al Al-Hilal saudí impregnan las vísperas de la Supercopa de Europa.
La plantilla que adiestra José Luis Mendilibar ha celebrado este martes su entrenamiento oficial en el estadio Georgios Karaiskakis de El Pireo (Grecia), donde el miércoles se mide al Manchester City, en un ambiente de la incertidumbre que reina en torno a algunos de sus futbolistas principales.
Fernando, muy motivado ante la idea de medirse al club en el que militó durante tres temporadas (2014-17), no se subió al chárter que trajo a los sevillistas hasta la capital helena debido a una gastroenteritis pero no está descartado que, en caso de remitir, viaje el mismo día del partido.
Su disponibilidad sería muy importante para un Mendilibar que ya cuenta con las ausencias por lesión de los zagueros Tanguy Nianzou y Marcao Teixeira, por lo que uno de los posibles sustitutos de Fernando en el puesto de mediocentro, el serbio Nemanja Gudelj, bajará probablemente al centro de la zaga.
El técnico vasco, por otro lado, ha negado que la oferta de unos 25 millones de euros que maneja el Sevilla para traspasar a Bono al fútbol árabe vaya a condicionar su alineación de mañana, por lo que el guardameta de origen canadiense será titular, como ya ocurrió el viernes en la apertura de la Liga frente al Valencia.
«Los futbolista quieren jugar mañana. Este partido es lo más ilusionante que tienen. Igual, luego quieren irse a otro sitio pero vamos a aprovecharnos de que todos los que están aquí quieren jugar», ha comentado Mendilibar en la rueda de prensa previa al entrenamiento oficial sobre el césped del Georgios Karaiskakis.
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