El Espanyol apuesta por Luis García (Oviedo, 6 de febrero de 1981) para liderar al Espanyol y firmar la permanencia en Primera División tras el cese de Diego Martínez, un movimiento que pretende enganchar de forma inmediata a la afición periquita con el equipo en el tramo decisivo.
El compromiso y el cariño de Luis García por los colores blanquiazules no son ningún secreto. El asturiano militó durante siete temporadas en el Espanyol, disputando un total de 262 partidos y firmando 60 dianas entre todas las competiciones. En su etapa en Barcelona también fue convocado por la selección.
Como delantero, el exfutbolista era uno de los principales argumentos ofensivos. De todos modos, más allá de su rendimiento en el césped, los seguidores periquitos le recuerdan por su gran implicación. «Lo mejor de Barcelona es ser del Espanyol» es una de sus frases más recordadas. Para algunos, un lema.
Los dirigentes del Espanyol saben que apostar por Luis García supone revertir, de forma inmediata, el estado anímico de la afición. Su historia y su garra están fuera de toda duda y la entidad catalana asume que es un factor esencial de cara a este decisivo tramo de la competición.
Como entrenador, Luis García no tiene experiencia en la máxima categoría. Sus primeros pasos como técnico los dio en el Juvenil del Damm, donde dejó excelentes impresiones, y, actualmente, estaba a los mandos del RSC Internacional de Madrid, el futuro Real Madrid C. Su carrera en los banquillos es ascendente.
La reacción en las redes sociales es prácticamente unánime entre los periquitos: Luis García es el perfil perfecto. Además, el preparador cuenta con un aval de excepción, el excapitán del Espanyol Javi López, que ha apuntado que es el candidato «ideal» para conseguir «estabilidad» deportiva.
Luis García nunca ha escondido que uno de sus sueños sería entrenar al Espanyol. Ahora, el asturiano tiene la oportunidad de hacerlo. Su estilo busca ser protagonista, ofensivo, agradece tener el balón y la intensidad en la recuperación de la pelota es también innegociable. El sistema habitual es un 4-4-2.
No es la primera vez que el Espanyol apuesta por un perfil similar al de Luis García para intentar revertir una situación crítica. En 2009, la entidad catalana fichó a Mauricio Pochettino, sin apenas experiencia en los banquillos, para conseguir salvar a un equipo en situación crítica, algo que finalmente logró.
