El fútbol español, que ha vivido un 2023 tremendamente convulso en los despachos, principalmente en el ámbito federativo, ha contemplado las reconquistas de la Liga y la Supercopa por parte del Barcelona, de la Copa del Rey y el Mundial de Clubes del Real Madrid, de la Liga Europa del Sevilla, y la resiliencia de la selección masculina, que emergió desde la lona de Catar 2022 y el naufragio de Glasgow para ganar la Liga Europa y acceder con autoridad a la Eurocopa.
Xavi devuelve al Barcelona a la senda de los títulos
Llevaba el Barcelona demasiado tiempo sin levantar trofeo alguno. No ganaba la Liga y la Supercopa desde la campaña 2018-19 y la Copa del Rey desde la temporada 2020-21. Xavi, un emblema del club, fue el recurso para enderezar el rumbo de una nave a la deriva. Llegó en noviembre de 2021 al banquillo azulgrana, pero desde entonces no había encontrado la recompensa de los títulos.
Tuvo que ser la Supercopa el trofeo en el que por fin encontró el camino. Con el estadio Internacional de Rey Fahd de Riad como escenario, la ‘Xavineta’ alcanzó el objetivo ansiado tanto tiempo. Superó al Betis en la semifinal tras la tanda de penaltis y en la final se impuso con autoridad y buen juego al Real Madrid (3-1) al ritmo de los goles de Gavi, Robert Lewandowski y Pedri.
Este triunfo otorgó si cabe más confianza al cuadro azulgrana, que durante numerosos encuentros cambió su modus operandi, pasar de vivir del estilo a crecer a merced de victorias por la mínima, para coronarse con su vigésimo séptimo título liguero, el primero desde la edición 2018-19 con Ernesto Valverde en el banquillo.
El equipo de Xavi fue el más regular. Con Marc Andre Ter Stegen firme bajo los palos, Ronald Araújo fundamental atrás, Rober Lewandowski como estilete, Gavi como motor y Sergio Busquets como eje en su última campaña como barcelonista, superó la resistencia del Real Madrid y el Atlético de Madrid y se proclamó campeón a falta de cuatro jornadas al vencer en Cornellá al Espanyol (2-4).
Su talón de Aquiles fue de nuevo Europa, donde encadenó una nueva decepción al sucumbir en la fase de grupos, en la que terminó tercero tras el Bayern Múnich y el Inter Milan, y ‘descender’ a la Liga Europa, en la que se despidió a las primeras de cambio, en dieciseisavos, ante el Manchester United.
Se marcharon Sergio Busquets y Jordi Alba, dos emblemas, al Inter Miami junto a Leo Messi, pero, para su fortuna, en la actual Champions 2023-24 ha recobrado el pulso y se ha clasificado como primero de grupo para los octavos de final. Pese a las dudas generadas ha dado un paso adelante tras tanta frustración. En LaLiga también se mantiene en la pugna para revalidar el título aunque no está siendo la campaña un camino de rosas.
El Real Madrid vuelve a mandar en el Mundo y reconquista la Copa
El eterno rival de los azulgranas, el Real Madrid, entregó la corona liguera, pero pudo antes ‘consolarse’ con la victoria en el Mundial de Clubes y ganarlo por quinta vez y alzar en La Cartuja sevillana su vigésima Copa del Rey, torneo que no lograba desde 2014.
El conjunto del italiano Carlo Ancelotti se repuso al sinsabor de la Supercopa un mes después en Marruecos, escenario de la edición de 2022 del torneo universal de clubes, pero disputado este 2023.
Sendas goleadas ante el Al-Ahly egipcio (5-1) y al Al-Hilal Saudí (5-3), en la final con sendos dobletes de Vinicius Jr y Fede Valverde y tanto de Karim Benzema, rubricaron su victoria para poner un broche dorado a la brillante campaña previa.
Mientras en LaLiga fue poco a poco cediendo al impulso del Barcelona, traspasó la fiebre de las remontadas europeas a la Copa del Rey. Revirtió un 2-0 en La Cerámica ante el Villarreal en los octavos para ganar 2-3, un 0-1 en el Santiago Bernabéu ante el Atlético de Madrid para vencer en la prórroga (3-1), y el 0-1 sufrido en la ida de las semifinales ante el Barcelona para obtener un brillante 0-4 en el Camp Nou con un gol de Vinicius y un triplete de Benzema.
Y no perdonó a Osasuna en la final, disputada en La Cartuja de Sevilla, donde, pese a la oposición y la gran resistencia presentada por el cuadro de Jagoba Arrasate, logró el título con un doblete de Rodrygo Goes (2-1).
En la Champions también entregó la corona al futuro campeón, el Manchester City. Tras ganar su grupo ante RB Leipzig, Shakhtar Donetsk y Celtic, se deshizo de Liverpool y Chelsea, pero el equipo de Pep Guardiola esta vez no se dejó sorprender por el milagro blanco. En la ida, en el Bernabéu, firmaron tablas (1-1) y en la vuelta, aunque Erling Haaland se volvió a quedar sin marcar, el cuadro inglés fue netamente superior (4-0), sin paliativos.
De nuevo, quedó en nada el recurrido asunto Kylian Mbappe, que continúa en el PSG, y para colmo Karim Benzema decidió poner fin a su larga trayectoria en el club y marcharse a Arabia Saudí, pero Florentino Pérez concretó el fichaje del inglés Jude Bellingham. 103 millones de euros más 30 por objetivos fue lo que le costó. El joven inglés no ha tardado en dar sus frutos. De hecho, es la gran sensación del momento, tanto por el inesperado rendimiento ofensivo (máximo artillero de LaLiga) como por juego.
El Sevilla y su competición fetiche
El Real Madrid fue la gran esperanza española en la Champions, porque el Atlético de Madrid se había despedido de forma abrupta al ser cuarto de su grupo y, como terceros, tuvieron que pasar a la Liga Europa, el Barcelona y el Sevilla, que, de forma inesperada y casi milagrosa, acabó por obtener la Séptima con José Luis Mendilibar como gran artífice.
El conjunto andaluz, metido en notables problemas clasificatorios en la liga española, sobrevivía en el continente bajo la batuta del argentino Jorge Sampaoli y superaba en la segunda competición europea a PSV Eindhoven y Fenerbahce.
Pero la situación era tan complicada que el consejo de administración optó por dar un giro de timón, destituir a Sampaoli y contratar a un técnico experto en España como Mendilíbar, aunque le faltaba bagaje en torneos europeos.
Aun así logró convencer a la plantilla, guiarla a la salvación y conducirla por Europa aún en las situaciones más difíciles, como en la ida de cuartos en Old Trafford ante el United, en la que estuvo k.o. cuando en poco más de veinte minutos perdía por 2-0 y estaba a merced de su rival. La fe, el ‘nunca se rinde’ y grandes dosis de fortuna, reflejadas en dos autogoles, le permitieron sacar un 2-2 que alimentó la confianza para golear en la vuelta en el Ramón Sánchez Pizjuán por 3-0.
En la semifinal, ante otro grande e histórico del continente, el Juventus, volvió a aparecer esa magia del Sevilla en la Liga Europa. 1-1 en Turín y en la vuelta 2-1 en la prórroga tras levantarse de nuevo de la lona con una diana de Suso y un tanto definitivo de Erik Lamela.
La final del Puskas Arena de Budapest ante el Roma de Jose Mourinho estaba servida. Y otra vez tuvo que remar contracorriente para equilibrar una diana de Paulo Dybala. Un autogol de Gianluca Mancini en la segunda mitad mandó el partido a la prórroga y a los penaltis, en los que reinó el Sevilla por 4-1 para devolver la gloria europea al club andaluz y premiar al carismático Mendilibar.
El técnico vasco fue renovado pero solamente pudo durar nueve jornadas en la presente campaña ante el mal inicio liguero. Sin embargo, su sustituto, el uruguayo Diego Alonso, no ha logrado reconducir la nave. Tiene al equipo sumido en la parte baja de la tabla, cerca de los puestos de descenso, y eliminado de todas las competiciones europeas tras ser último de su grupo de la Champions.
La Roja se levanta a lo grande de la mano de De la Fuente
El éxito del Sevilla fue el preludio de lo que conseguiría en junio en Países Bajos la selección española, la victoria en la tercera edición de la Liga de Naciones, todo un logro para un equipo que había terminado 2022 más que tocado por la decepción de volver a caer en los octavos en el Mundial de Catar y que había sufrido un varapalo importante en Glasgow en el segundo partido de clasificación para la Eurocopa 2024.
Luis de la Fuente, relevo de Luis Enrique Martínez, había empezado con buen pie con un 3-0 frente a una Noruega sin Haaland en Málaga, pero un doblete de Scott McTominay y una deficiente actuación, rubricada con un 2-0 para Escocia, despertaron las dudas en este nuevo proyecto porque además se complicaba sobre manera el camino hacia el próximo torneo continental.
No descompuso su discurso el técnico riojano. Mantuvo su hoja de ruta, con trabajo, desde la sencillez y la serenidad. Incluso supo asumir su error en uno de sus momentos más complicados, cuando aplaudió a Luis Rubiales en la asamblea de la RFEF. El que fuera jugador de Athletic, Sevilla y Alavés consiguió que la selección, con Rodri Hernández como auténtico líder, dejara atrás el golpe de Glasgow y se presentara rearmada moralmente en la fase final de la Liga Europa, donde volvió a ganar un título tras once años de sequía, desde la Eurocopa 2012 y después de varias frustraciones.
En la semifinal España venció a Italia, vigente campeona europea y con la que se volverá a encontrar en Alemania 2024, por 2-1 con un tanto postrero de Joselu Mato, el máximo goleador de la Roja en la etapa de De La Fuente.
Y en la final, en la ‘Bañera’ de Rotterdam, acabó con las ilusiones de Croacia, bronce mundialista, en la tanda de penaltis (5-4) tras acabar el partido y la prórroga con empate a cero. Unai Simon bajo palos y un último tiro de Dani Carvajal elevaron a la Roja a lo más alto del podio, todo un éxito pese a tratarse de un torneo novedoso y aún menor.
España volvía a reivindicarse, pero no le bastaba con eso. Quedaba el otro gran objetivo, la clasificación para la Euro, un reto que se había complicado por la derrota en Escocia. La Roja volvió a responder y con seis victorias seguidas, algunas muy contundentes, firmó la clasificación como primera de grupo con autoridad, solvencia y buen fútbol. El próximo año vuelve a partir entre los aspirantes al cetro continental.
Las categorías inferiores masculinas esta vez no pudieron repetir los éxitos de cursos precedentes, aunque se mostraron competitivas, llegaron lejos y ofrecieron jóvenes prometedores para un futuro cercano.
La selección sub-21 perdió la final del Europeo de Georgia ante Inglaterra por 1-0, aunque sacó el billete para los Juegos Olímpicos de París; el equipo sub-19 cedió en las semifinales del Europeo de Malta ante Italia (2-3); y el sub-17 cayó en el penúltimo partido del torneo continental de un Hungría ante Francia (1-3) y en el Mundial de Indonesia perdió en los cuartos ante Alemania (0-1), a la postre campeona.
José Antonio Pascual
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